Un giro a mi vida

"Como ser humano soy una especie de antología de contradicciones, de gafes, de errores, pero tengo sentido ético.
Esto no quiere decir que yo obre mejor que otros, sino simplemente que trato de obrar bien y no espero castigo ni recompensa. Que soy, digamos, insignificante, es decir indigno de dos cosas; el cielo y el infierno me quedan muy grandes."
Jorge Luis Borges

martes, 7 de junio de 2011

Wolfgang Amadeus Mozart

Buenas noches,

Hace una noche espléndida en Tenerife, me encuentro en mi habitación, disfrutando de dos de mis mayores placeres, escribir mientras escucho música... acompañada de un buen vino tinto y un cigarrito...en casa todos duermen ajenos a mi éxtasis, después de un día normal, nada como una noche excepcional.

Este es y será uno de mis post favoritos, lo sé. Ahora mismo me siento tocando el cielo, ojalá pudiera transmitirles con mis letras lo que siento esta noche...los contagiaría de este estado de quietud y paz en el que me encuentro, dejarían a un lado las preocupaciones y el estrés del día...les confieso que me ha costado elegir que pieza me gusta más para insertar en el post...me debatía entre Beethoven-5th symphony, 9th Symphony - y Mozart - Andante 21, Symphony 40- finalmente como quien sabe la respuesta desde un principio pero no quiere herir susceptibilidades, me decanté fielmente por Mozart...mi compositor favorito.



La música, toda en general, tiene la particularidad de hacernos soñar, de hacernos viajar en el tiempo, mientras nos trae recuerdos y vivencias actuales, la música nos revive emociones pasadas , olores, sabores y sentimientos que por alguna razón asociamos a ella.

Pero la música clásica para una soñadora como yo, es imprescindible, nada como sentir que no hay ruido, que no hay palabras, que no hay historia dentro de esa canción y que podemos inventarnos una, ponerle música a los recuerdos...al presente...al futuro.

Compositores? muchos....buenos? todos...solo por el hecho de crear, de saber unir notas, de melodizar sentimientos... de impregnar su estilo para que nos reconozcamos en él, de hacernos tararear su creación...pero genios de la música.?..pocos!!, con ellos no tarareamos su música, su contenido afectivo es demasiado grande, podemos ver su alma a través de ella, entonces ocurre el enamoramiento...su música se adueña de nosostros, nos hace suyo, nos observa, nos sonríe, nos acaricia, nos reta, nos recita, nos conduce hasta su misma creación...y una vez allí, la deseamos, la sentimos, la amamos y ya nunca más querremos separarnos de ella.

He visto a mi hijo disfrutar la siguiente sinfonía, una y otra vez en su habitación, con los ojos cerrados y expresión de satisfacción en su rostro, no puede ser casualidad...una vez que la escuchas te enamora.




Viena, finales del siglo XVIII

Un joven alemán de 17 años Ludwig Van Beethoven llega a Viena en búsqueda del Maestro Wolfgang Amadeus Mozart quien cuenta para ese momento con 31 años... en un encuentro fugaz, el joven le rinde homenaje al maestro tocando para él...Mozart no muy convencido, porque siente que todo está ensayado le pide que improvise, a lo que el joven accede y lo impresiona...Mozart, trás su interpretación solo comenta " Recuerden este nombre, ya que este joven hará hablar al mundo".

"No me interesa la alabanza o crítica, me basta con seguir mis propios sentimientos". W.A.Mozart


...después de escucharlo solo me queda...soñar con los ángeles.

Milagros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario